Precepto evangélico de la Hermandad:
AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO OS HE AMADO

Del cajón a la tumbilla, el palio de la Virgen de Villadiego.

Bien podríamos utilizar eso que decía el poeta de igual que ayer permanece, si, efectivamente el palio de la Virgen de Villadiego igual que ayer permanece, pues sale poco de su casa. Son muchos los que ignoran la historia que esconde este cielo bordado que cubre al arca del verbo divino, llegando esta a traspasar las fronteras incluso de nuestro pueblo.
      Para poder comprender el devenir histórico de esta pieza debemos trasladarnos a comienzos del siglo XX, es bajo la ágil dirección de D. Andrés Guillen cuando se organiza la primera romería un 14 de Agosto de 1926. Cabe destacar que al ser esta improvisada la virgen carecía de un ajuar procesional, por lo que esta fue traída en una carreta tirada por bueyes en medio de un gran clamor popular y gentío.

Es tres años después y con numerosos esfuerzos económicos cuando la hermandad logra al fin configurar una estética en la romería que durará hasta 1936, fecha en que desaparece parte del ajuar conservado hasta la fecha. Como bien hemos dicho anteriormente es el 1929 cuando se producen los grandes estrenos en la hermandad. La virgen luce por primera vez corona de plata sobre su cienes y cetro real, estrena además palio de cajón bordado sobre tisú blanco y manto a juego, muy al estilo de la época. Lo cierto es que este palio fue parcialmente copiado al que años atrás había estrenado la patrona de Sevilla, la Virgen de los Reyes.

Este manto y palio estuvieron en uso hasta los comienzos de la Guerra Civil, cuando ante la ola de anticlericalismo y quema de iglesias la hermandad decide trasladar a la patrona a dependencias parroquiales.

Tras la pérdida de la antigua imagen, la hermandad resurge cual ave fénix y con numerosos donativos se consigue encargar una nueva talla mariana al insigne escultor Sebastián Santos. Con ella se vuelven a fijar los ojos de nuevo en la patrona hispalense y en el palio que la comisión presidida por la infanta Doña Luisa de Orleans había costeado a la virgen en 1924, llegaba así el actual palio de tumbilla.

El citado palio fue estrenado por primera vez en mayo de 1942, fecha en la que la actual virgen llega por primera vez a su ermita, aunque lo hacía con una estética muy diferente a la actual, lucía  ropajes hebraicos, ráfagas de rayos y rostrillo.


  Estéticamente el actual palio de tumbilla responde al diseño modernista que el arquitecto hispalense Juan Talavera Heredia diera al nuevo  palio de tumbilla similar al que ya poseía la Virgen de los Reyes en el siglo XVII, semejante al de la Virgen de las Aguas del Salvador.
  

De este modo el palio de tumbilla con el que la Virgen de Villadiego hace las delicias de sus hijos cada nueva romería es una importante pieza de nuestro patrimonio artístico y con diseños influenciados por grandes de la arquitectura y el bordado como Juan Talavera Heredia o José Olmo y Hurtado.

Juan A. Garcia Plata